martes, diciembre 23, 2008

Navidad de 2008 y los niños de hoy


Es un hecho que los niños actuales son diferentes de los niños que fueron sus papás, sus abuelos, sus bisabuelos, etc. El entorno ha cambiado y no estoy en el papel de decir si el pasado fue o no fue mejor o peor, o que si los valores (vaya término con, irónicamente, poco valor actualmente) eran mejores o peores antes o que si la niñez sigue siendo ingenua o no. Lo que sí creo que concordaremos es que es todos los niños de hoy son especiales y sobre todo más despiertos y vivaces.

Lo veo todos los días con los sobrinos, los hijos de mis amigos y conocidos, en un dos por tres, si se lo proponen pueden caerte en la realidad de lo que significa Santa Claus o los Reyes Magos, de hecho me sorprende que muchos de ellos sospechan y tienen dudas que pueden poner en aprietos al más mentiroso reverendo que pueda existir, pero de alguna forma el sentimiento y el "SER" niños de cualquier época sigue sin cambio: la necesidad de creer en lo imposible.

Este año viejo 2008 ha traído más malas que buenas, el balance no es muy alentador para el nonato 2009, sin embargo tú que ahora lees estas líneas, espero que como yo tengamos esa necesidad de seguir creyendo en lo imposible, como los niños que fuimos o los niños que vemos, por que si de algo hay que estar seguros para el próximo año, es que tenemos que luchar por el lugar que estamos ocupando y sigamos creyendo en lo imposible.

No es este un cliché navideño, es sentimentaloide sí, pero si sólo un día se nos permite volver a ser niños, debe ser la noche del 24.

Que tengan una Navidad que nunca olviden.

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